Radiografía de tórax de rutina
No es necesario hacerse una radiografía de tórax antes de ir al hospital para una operación o para algo de rutina, a menos que un paciente tenga una enfermedad del corazón o de los pulmones, o síntomas de una condición del corazón o de los pulmones. La radiografía no agrega información que vaya a cambiar el tratamiento luego de obtener información sobre la historia médica y los síntomas del paciente y de realizar un examen físico. La radiografía del tórax no se deberían utilizar de forma rutinaria para la evaluación de pacientes con presión arterial alta, a menos que se sospeche algún tipo de enfermedad del corazón. No se recomienda la radiografía de tórax para exámenes físicos de rutina o para la detección temprana del cáncer de pulmón.
Para los pacientes de más de 70 años de edad, los pacientes con enfermedades del corazón o los pulmones, o aquellos que han tenido enfermedades en el corazón o en los pulmones en el pasado, o cuando la historia médica no está disponible, la toma de una radiografía del tórax antes de una operación o luego de ingresar al hospital podría ser adecuada. Además, si un paciente está siendo sometido a una operación de alto riesgo, como en el caso de la cirugía de emergencia, podría ser adecuado tomar una radiografía del tórax. Sin embargo, el tomar una radiografía del tórax antes una operación no significa que luego de la operación, durante el proceso de recuperación, el paciente no tendrá problemas con la función pulmonar.
La radiografía del tórax expone a los pacientes a la radiación. También puede hallar cosas que no están asociadas con el motivo por el que se tomaron los rayos X, denominados hallazgos incidentales. A veces, estos hallazgos pueden llevar a la realización de más pruebas o tratamientos que no son realmente necesarios. Para más información, vea la página de radiografía del tórax.
Esta página fue repasada en 2021-12-15