Las evaluaciones de rutina podrían ser importantes para identificar la presencia de enfermedades que no han sido diagnosticadas. Las imágenes del pecho (tórax) podrían ser parte de estos exámenes de rutina para examinar el corazón y los pulmones. Las radiografías de tórax generalmente se hacen antes de la cirugía y de otros procedimientos; por ejemplo, para evaluar individuos sin diagnóstico que podrían tener un alto riesgo de complicaciones. No se ha demostrado que las radiografías de tórax de rutina sean útiles para la detección temprana en individuos sanos o en personas sin sintomatología de enfermedades.
Las imágenes del tórax de rutina no son recomendadas para personas internadas de las que no se sospecha clínicamente la presencia de enfermedades del corazón o los pulmones.
Las imágenes del tórax preoperatorias de rutina no son recomendadas para individuos a los que no se les va a hacer una cirugía del corazón o pulmones si no tienen enfermedades crónicas del corazón o los pulmones, y a los que no se les ha hecho una cirugía del corazón o los pulmones anteriormente.
Una radiografía del tórax podría ser adecuada para personas con un historial de enfermedad crónica del corazón o los pulmones, o que tienen un historial de cirugía del corazón los pulmones.
Una radiografía del tórax o una TC del tórax con contraste intravenoso podría ser adecuada para el monitoreo en personas con un historial de enfermedad crónica del corazón o los pulmones con hallazgos clínicos estables.