Las imágenes adecuadas de la columna cervical (columna C) y el uso del contraste intravenoso (tinte venoso) para el dolor de cuello varia dependiendo del escenario clínico.
En individuos con dolor de cuello no traumático nuevo o que está aumentando (sin factores de riesgo alto), los rayos X son generalmente adecuados como primer examen por imágenes; la RMN o la TAC sin contraste podrían ser adecuadas.
En los casos con irritación del nervio espinal (nervio pinzado), la RMN sin contraste es generalmente adecuada, y los rayos X o la TAC sin contraste podrían ser adecuadas.
Si existe un historial de cirugía previa de la columna C, generalmente es adecuado usar rayos X o hacer una TAC sin contraste; la RMN con o sin contraste (o ambas) o la mielografía por TAC (inyección de contraste en el espacio alrededor de la médula espinal) podrían ser adecuadas.
Si se sospecha una infección, la RMN sin o con contraste es generalmente adecuada; los rayos X, la TAC, o la RMN con o sin contraste podrían ser adecuadas.
En individuos con tumores cancerosos, la RMN sin o con, o solamente sin contraste, es generalmente adecuada; los rayos X, la TAC con o sin contraste, la RMN con contraste, la gammagrafía ósea o la TAC también podrían ser adecuadas.
Para los dolores de cabeza que se originan en la columna C, sin el debilitamiento de la función del nervio, podrían ser adecuadas la RMN o la TAC sin contraste, como así también los rayos X o una inyección para el bloqueo del nervio.
Para el dolor crónico del cuello, los rayos X son generalmente adecuados como estudio por imágenes inicial. La RMN sin contraste podría ser adecuada.
Si los rayos X muestran cambios degenerativos, la RMN sin contraste es generalmente adecuada. La TAC sin contraste o la mielografía por TAC podrían ser adecuadas.
Si los rayos X muestran endurecimiento de las fibras que conectan las vértebras del cuello, la TAC sin contraste es generalmente adecuada; la mielografía por TAC o la RMN sin contraste podrían ser adecuadas.