Orbitas, visión y pérdida visual

El sentido de la visión es un sistema complicado que convierte la luz que entra a través de los ojos en varias señales que son captadas por diferentes partes del cerebro. La RMN y la TC son utilizadas para diagnosticar enfermedades del ojo y de la cavidad del ojo en el cráneo (órbitas). La RMN es buena para examinar tejidos blandos, y la TC es útil para examinar las órbitas, los músculos, la grasa, los cuerpos foráneos, la acumulación de sales de calcio en los tejidos (calcificaciones), y los huesos. Cuando se sospecha de la presencia de enfermedad vascular (vasos sanguíneos), se podrían agregar a la TC o a la RMN inicial una angiotomografía computarizada (ATC) o una angiografía por RMN (ARM). Cuando no existe trauma se prefiere la ARM. Problemas comunes de la visión y los estudios por imágenes de seguimiento adecuados son:

  • La TC de la cabeza y de las órbitas sin contraste es la evaluación por imágenes más adecuada para una pérdida de la visión debida a trauma. La TC es adecuada cuando se sospecha una lesión vascular. La RMN es el procedimiento adecuado para una exploración por TC no conclusiva, o cuando se sospecha que existe daño en el nervio óptico.
  • El ojo saliente o hundido, infecciones, crecimientos anormales del tejido (como un tumor) y la pérdida de control del movimiento del ojo se evalúan mejor con una RMN de las órbitas sin y con contraste y con una TC de las órbitas con contraste. Ambas exploraciones se complementan y son adecuadas.
  • Una masa en, o una inflamación del nervio óptico, se evalúa mejor con una RMN de la cabeza y de las órbitas con y sin contraste.

Cuando se identifica la enfermedad correcta de las órbitas en un examen clínico realizado por un médico, o en un resultado de laboratorio usualmente no es adecuado hacer más estudios por imágenes.

Esta página fue repasada en 2021-12-15

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